Han empezado ya los doce dìas de las fiestas màs grandes en Vallarta, que llenan de alegrìa , gente y folklor las calles y el templo màs hermoso de Vallarta, la Iglesia de Guadalupe en pleno corazòn de la ciudad,;flores, mariachis, bandas, todo tipo de peregrinos jubilosos recorren la calle principal hacia los brazos de la morenita del Tepeyac, preludio feliz de navidad.
Estos dìas ya instalamos las luces y decoraciones en las casas y tiendas, asì que las campanas ya resuenan alegremente. Les pongo este video para que escuchen lo que yo, las campanas de mi infancia resuenan màs ràpida e intensamente estos dìas repicando cuando entra cada barrio, cada grupo, cada escuela porque aunque todos no somos catòlicos la mayorìa sì y el 12 de Diciembre los rìos de gente inundan la calle Juàrez de lado a lado interminablemente durante la mañana hasta como las 3 de la tarde cuadno se toma un respiro y màs tarde se recibe la antorcha y se gozan las ùltimas peregrinaciones. Por lo pronto esta noche toca el turno a mi barrio una de las màs tradicionales y antiguas, llena de alegrìa y folklor; las mujeres sacamos nuestros abalorios (casi la piedra del molcajete), collares, rebozos ropa de manta, bordados y cuanta cosa para vernos lucidas haciendo acto de presencia con nuestra madre, cantarle, decirle unas cosas dulces y agradecer sus favores y protecciòn.
ORIGEN DE LA FIESTA:
(Historia reseñada en idioma Nàhuatl por Valeriano en el NICAN MOPOHUA)
El sábado 9 de diciembre de 1531 Juan Diego, un indígena evangelizado fue testigo único de la primera de las apariciones de una Virgen de rasgos morenos, que cariñosamente lo llamó hijito y le pidió edificar un templo en su nombre en ese lugar del cerro del Tepeyac, en las inmediaciones de lo que algún día sería una de las ciudades más grandes del mundo. A pesar de su insistencia con el señor obispo contándole su relato, el religioso dudó de su palabra, hasta que el 12 de diciembre le lleva la prueba de su verdad, en su burda tilma se pinta la imagen de la entonces reconocida como Virgen de Guadalupe, la cual es hasta hoy venerada en la Basílica que lleva su nombre ubicada precisamente en el cerrito del Tepeyac.
Pero la historia apenas comenzaba y el pueblo de México fue despertando poco a poco en esta devoción que prácticamente se ha vuelto una bandera nacional para los católicos del país, quienes año tras año celebran el 12 de diciembre como el día de la Virgen de Guadalupe, y así mientras en otras ciudades se hacen fiestas y desfiles, en Puerto Vallarta la algarabía comienza desde mediados de noviembre durante la preparación de una de las fiestas tradicionales más esperada por propios y extraños: Las peregrinaciones.
Desde el 1º. de diciembre y hasta el 12 del mismo mes, decenas de miles de personas tanto de la ciudad como de poblaciones cercanas se congregarán en grupos para mostrar su gratitud y su fe, a través de una caminata en el centro de la ciudad, en la cual a través de varias cuadras cantarán y bailarán en honor a la Virgen, ya sea con bellísimos carros alegóricos con frecuencia representando la escena de la aparición milagrosa, hasta vestidos de los primeros mexicanos con penachos y taparrabos para danzar sin parar hasta llegar a la catedral de Puerto Vallarta, dedicada precisamente a la Virgen de Guadalupe. Uno de los atractivos mayores para estas fechas está en sentarse en las banquetas de la calle Juárez y ver pasar cada una de las peregrinaciones desde temprano. Vestimentas de los mas originales diseños compiten por demostrar el fervor de México, algunos con sencillas telas pintadas, otros ataviados en verdaderas obras de arte, niños y adultos participan por igual en esta fiesta, algunos puestos de bocadillos nacionales como tacos y tamales humeantes están esparcidos para satisfacer los antojos de los espectadores.
En Vallarta fue el sacerdote Rafael Parra Castillo, en los años sesenta quien le dio auge a esta manifestación. Por su parte el padre Luis Ramírez Ortiz, años después también contribuyó a enriquecer la experiencia con una mejor organización convirtiéndolas en toda una fiesta esperada no solo por gente local sino incluso, por los visitantes que adoran el colorido de la tradición.
Entre las ofrendas de los peregrinos hay desde flores y dinero, hasta despensa o simplemente nada, sino el gusto de visitar a la Virgen. Los hay que le llevan mariachi o banda y quienes cantan a viva voz su fe; "todo es depende de las posibilidades de quienes la visitan, a nadie se le obliga a dar nada, es el gusto y posibilidad de cada uno",
HISTORIA DE LAS PEREGRINACIONES EN VALLARTA
Actualmente son alrededor de 332 peregrinaciones de los mas diversos tipos las que se llevan a cabo durante los doce días, entre ellas se incluyen desde las personas de origen más humilde como albañiles, arrieros, pescadores, zapateros y panaderos, hasta aquellos que son dueños de las mas grandes empresas tanto hoteleras como de servicios en la ciudad, todos unidos por una sola fe a su "Morenita" del Tepeyac. En 1895, el obispo de Tepic autoriza la construcción de la iglesia de Las Peñas de Santa María de Guadalupe.
En 1918 el pueblo de Las Peñas de Santa María de Guadalupe es elevado a la categoría de puerto y municipio, dándole el nombre de Puerto Vallarta en honor del ilustre jurista y ex gobernador del estado de Jalisco, Ignacio L. Vallarta.En 1921 la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe es considerada parroquia.
En octubre de 1995 nuestra ciudad sufrió un temblor de tierra; aunque los daños no fueron cuantiosos, nuestra parroquia perdió su corona. Hay una leyenda que decía que esta corona es una réplica de la corona de la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano de Habsburgo, el malogrado emperador de México por el corto periodo de 1864 a 1867.
La réplica temporal de la corona hecha de fibra de vidrio estuvo en reparación durante octubre y noviembre para que luzca su mejor cara durante las celebraciones de la Virgen de Guadalupe del 1º al 12º de diciembre.
Cada hotel, cada compañía, cada barrio se organiza para participar en las peregrinaciones que caminan por las calles empedradas de Puerto Vallarta hacia la parroquia a menudo acompañados de un carro alegórico, que generalmente representa una escena religiosa con la virgen como figura central; detrás van ellos y ellas cantando, llevando velas encendidas, portando mantas donde ratifican su fe y su adoración por la virgen, llevan bandas de música, indios danzantes y más.
Realmente creo que es ésta la tradición más antigua de Puerto Vallarta; una tradición llena de colorido, calor humano, música, fuegos artificiales, vendedores de todo tipo de cosas, comidas y todo!
Pues nos sacrificaremos
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