Cristo, Rey del Universo, glorioso centro de la creación, de la historia y del mundo.
Es una alegría inmensa considerar la Humanidad de Jesús, un Rey con corazón de carne como el nuestro, que es autor del universo y de cada una de las criaturas, y que no se impone dominando; mendiga un poco de amor, mostrándonos, en silencio, sus manos llagadas....
Este domingo celebramos con gozo la Fiesta de Cristo Rey que marca el fin del año litúrgico en la Iglesia Católica, y a continuación empieza la preparación para navidad (Adviento).
Recordemos las palabras de San Pablo como espada afilada en Filipenses:
"Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo, el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y en una muerte de cruz,por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre, para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre."
Fil.2,5-11.
Rey de misericordia.
Maranatha!
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